El siglo XXI es, para muchos, la sociedad de la información.
L a educación tiene que poner en cuestión el sentido común que los medios contribuyen a formar al darle contenido a las representaciones sociales, al pensamiento social sobre los hechos, las personas y los grupos sociales.
La información por la información misma no alcanza, sino que nos sirve como insumo para la participación, la cual está del lado de quien puede comprender y hacer uso de los mensajes de los medios, porque los sabe ANALIZAR, INTERPRETAR Y EVALUAR. Y porque sabe elaborar estrategias de acción y de decisión a partir de ello.
Incorporar los medios en la escuela es formar a los alumnos como ciudadanos informados, reflexivo frente a esa información, sensibles ante lo que pasa en el país, en el mundo, y comprender la manera en que influyen sobre nuestras percepciones de la realidad y el modo en que podemos transformarla.
El primer motivo que fundamenta la incorporación de los medios en la escuela es analizar el modo en que los medios representan el mundo, el que nos rodea y el que por lejano, solo conocemos a través de sus mensajes.
Una segunda razón de incorporarlos en la actividad escolar es el diversificado universo cultural y tecnológico en el que viven los niños y adolescentes y el desafío de la escuela para responder y actuar en función de este dinámico entorno comunicacional.
El gran desafío para el sistema educativo hoy, es capacitar a los niños y jóvenes para que puedan acceder y utilizar la multiplicidad de escrituras y de discursos en los que se producen las decisiones que los afectan en los planos laboral, familiar, político y económico.
Finalmente, existe un motivo más para la inserción de los medios en la escuela, es que en América Latina, las sociedades son muy fragmentadas y desiguales por lo que el acceso a los bienes culturales es inequitativo.
Estas brechas no son un tema menor, porque inciden negativamente en la construcción del capital cultural de los jóvenes. La exclusión de la cultura fortalece la exclusión social, en la medida en que los adolescentes ven restringido su capital cultural y con él, las oportunidades educacionales laborales y de inserción en la sociedad.
Uno de los retos específicos de la incorporación de los medios en la escuela es disminuir estas brechas y promover un acceso más equitativo y justo a los bienes culturales y tecnológicos entre los jóvenes que provienen de familias más pobres.
No hacerlo sería establecer otro quiebre de ruptura con las formas de expresión, percepción y comunicación de nuestros niños y jóvenes.
Hacerlo no es echar al olvido el valor educativo del encuentro cara a cara y la interacción en el espacio real.
Aún cuando los obstáculos no son pocos y los desafíos no son menores, el primer paso es insertar esta educación de os medios como una política pública, una política de Estado de cara a una mejor calidad de educación.
Prof. Alberto Sileoni.
Prof. Alberto Sileoni.
No hay comentarios:
Publicar un comentario